Antonio y José llevan 53 días acampados a las puertas de la Moncloa y Segundo y José Manuel llevan 18 días . De momento solo les han insinuado que se vayan pero nunca les han obligado.
Si de repente empezará a haber más gente acampada se tendrían que trasladar al otro lado del puente que cruza la A-6 por arriba, por motivos de seguridad.
Desde Manresa (a 800 km de Madrid), y caminado, llegaron hasta la puerta de la Casa de Zapatero, Antonio y José. Se han decidido instalar allí hasta que el presidente del Gobierno les reciba y les de soluciones reales y medidas contundentes para solucionar la crisis que hay en el país. De momento El Presidente no les ha recibido lo cual les parece una vergüenza.
Antonio y José trabajaban en los sectores más castigados por la crisis. En la construcción y en automoción, en la planta Seat de Manresa.
Después llegaron Segundo y Tony .También han venido andando hasta Madrid desde Elche, en Alicante. Han tardado 20 días en recorrer los 450 km que hay.
Segundo cuenta que el banco le ha embargado la casa cuando perdió el trabajo y por si fuera poco tiene que seguir pagando.
Tony primero pensó declararse en huelga de hambre, pero finalmente lo que hizo fue venir a la Moncloa. Finalmente hará aquí la huelga de hambre.
Los cuatro dicen recibir muchas visitas y mucho apoyo aunque solo temporal. Echan de menos que habiendo tantisima gente con el mismo problema en España solo estén representando ellos a más de 4 millones de parados.
Durante su largo camino han ido recogiendo firmas para que los bancos y el Gobierno se responsabilicen del problema y hagan frente a la crisis. Allí también se puede firmar para ayudarles con esta causa que en realidad nos afecta a todos.
De sus bocas, frases como estas
: "Es increíble que haya cuatro millones de parados y la que la gente siga tragando,
de eso viven políticos y sindicatos."
Cada uno de ellos representa a un millón de parados en España. Se lo toman con buen humor. Tienen las ideas claras y no parecen estar dispuestos a rendirse.
A diez metros la puerta del Palacio de la Moncloa Cuando pregunte a José que que es lo que necesitaban, me contestó que no piden dinero. De hecho lo rechazan, no quieren parches sino soluciones.
A veces se sienten solos y reconocen que hablar con la gente, y que les vayan a visitar les anima a seguir adelante,nos invitaron a mi novia y a mi a ver su improvisada casa y a sentarnos a charlar con ellos. Me fui triste y sin entender nada.
José tenía una de sus chanclas rotas atada con cinta aislante. Me pidió que en caso de que le llevará algo, que fueran unas nuevas del número 41- 42. En sus ojos noté desconfianza, seguramente piense que no volveré por allí.
He prometido que volveré a visitarles y lo haré en cuanto pueda. Además les llevaré algo de comer y de beber y unos cuadernos que también dicen que se les están gastando.
Si también os queréis solidarizar con ellos, por favor difundirlo por la red. Precisamente lo que quieren es no permanecer en el olvido.
(este es un llamamiento de Dani, del blog:
nosolometro)